ATENCIÓN A LAS NECESIDADES EDUCATIVAS (Raquel y Marisol)

 Educación Física adaptada en Educación Infantil

Los alumnos con necesidades educativas tienen que ser tenidos en cuenta desde el principio en la planificación de las diferentes propuestas que se realicen en el aula, siendo fundamental esta planificación para que no existan carencias al llevarlo a la práctica. Es importante reseñar, que para poder atender adecuadamente a las distintas necesidades especiales que puedan encontrarse con alumnos y alumnas con distintos tipos de limitaciones funcionales, podrán adaptarse las actividades de las sesiones en función de las necesidades que se requieran. Para ello tendremos en cuenta la necesidad de realizar adaptaciones que posibiliten la integración para que puedan cumplir con los mismos objetivos educativos y desarrollo motor y cognitivo de dichos alumnos que el resto de sus compañeros. En último caso, se deberán hacer adaptaciones curriculares, ya que, en estas, los objetivos y los contenidos sufrirán cambios respecto a las del resto de compañeros, pero si sus limitaciones lo hacen necesario tendrán que realizarse.

Para poder atender a estos alumnos de forma adecuada debemos tener en cuenta el tipo y el nivel de la discapacidad que tienen, sabiendo que actividades pueden hacer y no pensar que cierta actividad no las puede realizar. Es importante centrarnos en su participación y no centrarnos solo en los resultados, dándoles retos que puedan ser alcanzados. Estos alumnos tienen que interactuar con el resto de compañeros y con el entorno, mejorando su bienestar físico e intelectual. 

Cuando llevemos al aula las diferentes actividades, al realizar las adaptaciones, tendremos que tener en cuenta que estas se realicen de modo que no toda la atención se realice sobre el alumno con una necesidad, si no que deberemos intentar realizarla simultáneamente con el resto de explicaciones, donde también nos centramos en el resto del grupo, de este modo no se resaltará tanto el déficit del alumno y no se desatenderá al resto del grupo.

En el aula, podemos encontrar distintos tipos de necesidades educativas: de tipo sensorial, motoras, cognitivas, múltiples, etc. Como el abanico es muy amplio y dentro de cada una podemos encontrar una gran variedad de tipos y de grados, vamos a analizar aspectos metodológicos, de un modo muy general, en las de tipo motor, auditivo y visual:

• Déficit auditivo:  en alumnos con este déficit, tendremos que utilizar una expresión oral adaptada que permita dar pautas sencillas y claras, posicionando al alumno en una posición preferencial, que le permita ver las señales del profesor, leer los labios o escuchar el habla, si la perdida es más grave usar señas y recursos visuales. Tenemos que cerciorarnos de que el alumno ha entendido lo que tiene que hacer. Si las explicaciones son largas, realizarlas por secuencias y acompañada de elementos visuales. Debemos contemplar la posibilidad de segmentar las actividades en pequeñas tareas adaptadas y asumibles según la necesidad, para posibilitar mejor el alcance de objetivos. Debemos evitar las diferentes distorsiones que se pueden producir en el aula, como pueden ser diferentes ruidos, además, el aula debe tener una buena iluminación. Si el niño tiene audífono, es necesario que haga un buen aprovechamiento de él, optimizando su uso, con orientaciones periódicas con los padres. Si el niño tiene implante coclear, tendrá que realizar la estimulación auditiva y los controles que necesita, para que el rendimiento sea adecuado. En algunos casos, puede ser necesario el uso de instrumentos alternativos, o que los complementen, usando instrumentos de sistemas de comunicación de traducción a lengua de signos.
• Déficit Visual: En alumnos con déficit visual tenemos que potenciar el resto de sentidos como el tacto y el auditivo, usando materiales adaptados con diferentes texturas, relieves y sonidos. Cuidaremos mucho el aspecto de la expresión corporal, dando referencias espaciales con el uso de materiales adaptados que puedan servirles de guía. El alumno trabajará cerca del profesor o ayudado por algún compañero que pueda verbalizar cuando este no tenga al profesor cerca. El profesor le guiará y sus compañeros le ayudarán para poder participar con ellos, conociendo el espacio por el que se mueve, para ello debemos de vigilar que no recaiga esa responsabilidad siempre en el mismo o mimos alumnos no solo en este tipo de déficits sino para cualquier otro tipo. También se puede trabajar en grupos más pequeños, permitiéndole realizar mejor la actividad. Cuando se describan las actividades, estas deben ser lo más concretas y descriptivas posibles, ofreciendo objetos para manipularlos y explorarlos usando otros sentidos complementarios. Si se usan medios audiovisuales, deben complementarse con audio-descripción. El ritmo de aprendizaje suele ser más lento, por lo que debemos respetar su ritmo de aprendizaje y en ocasiones tendremos que modificar la temporalización o segmentar las actividades, que le permitan alcanzar los objetivos.
• Déficit motor: si el alumno tiene un déficit motor, tendremos que pensar en proporcionar diferentes materiales facilitadores adecuados a su necesidad.  No tienen que haber limitaciones de movimientos en el espacio, permitiendo al alumno manejarse con confianza en las actividades, sin obstáculos que le impidan realizar los diferentes juegos, adaptando el entorno. Tendremos que realizar variaciones en los juegos y modificar reglas, adaptándolos a él, pudiendo hacer cambios en los materiales y en los tamaños de los grupos que se realizan, pero siempre consiguiendo la participación de estos alumnos con sus compañeros. Hay que permitir que el alumno alcance el objetivo aumentado la proximidad o facilidad de movimiento para seguir usando las partes del cuerpo requeridas, además, de adaptar los ritmos de trabajo a las posibilidades de cada alumno.

Bibliografía

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Realizado por Raquel Torres Rebollo y María Soledad Ortiz Treviño